Vivir en La Nucía
¿Quiere vivir en La Nucía una dulce experiencia en verde? Pues adentrémonos en esta población de la Marina Baja alicantina, situada en una estrecha línea entre el Mar Mediterráneo y la montaña formada por Benidorm, Alfaz del Pí y Altea y que se desarrolla hacia el interior con sus límites en Callosa de Ensarriá y Polop. Vivir en La Nucía es una experiencia de altura, ya que se trata de un municipio enclavado entre las Sierras de Bernia y Cortina y el archiconocido Puig Campana, segunda montaña cercana a la costa más elevada de España y que permite a todo aquel que visita La Nucía una impresionante vista desde sus 1410 metros de altitud, conformando La Nucía como un enclave ecoturístico de formas asimétricas sin igual, con numerosas rutas en las que disfrutar de sus infinitos barrancos y sus tossals, elevaciones boscosas de pinar mediterráneo que se funden en el interior de esta bella población alicantina y que le dan un toque mágico a un casco histórico y unas urbanizaciones refundidas en el verde de estas peculiares formaciones arbóreas, integrando asfalto y naturaleza a partes iguales. Vivir en La Nucía es sinónimo de comunicación con el mar, ya que Benidorm es destino turístico de muchas de las personas que viven o disfrutan de La Nucía, conectados a través de la autopista del Mediterráneo A-7, así como la N-332, que une este municipio de casi diecinueve mil habitantes con Alicante y Valencia. Vivir en La Nucía es enclave de agua dulce, donde sus primeros moradores se vieron arrastrados por el encanto de sus frondosas arboledas y sus ricos manantiales (de ahí que su procedencia árabe “naziha” signifique delicioso). Y es que La Nucía nace como una alquería que en 1271 fue donada por el rey Jaime I a Beltrán de Bellpuig, por la que hubo un sinfín de disputas durante toda la historia hasta que se hiciese independiente de la Baronía de Polop ya en el siglo XVIII y por la que pasarán iberos, fenicios, romanos, árabes e incluso piratas berberiscos, que marcarán a fuego el carácter emigrante de los nucieros. Vivir en La Nucía es cultura viva donde podrás visitar diferentes espacios como el Auditori de la Mediterrània en el que se realizan eventos culturales de todo tipo, la Seu Universitaria, que perfectamente integrada en un impresionante paraje boscoso desarrolla cursos de la Universidad de Alicante, el centro de educación medioambiental El Captivador, donde se entremezclan naturaleza e historia mediterránea gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de La Nucía y la Universidad de Alicante y el Museo Etnológico José Soler que muestra las costumbres nucieras más arraigadas. Vivir en La Nucía es vivir sus fiestas y su gastronomía durante todo el año, dos de las cuales celebran la independencia definitiva del municipio como son la de la Carta Pobla en julio y las de su patrón San Rafael en noviembre en la que se almuerzan putxero amb pelotes y carne de caballo; sus fiestas mayores en agosto en honor a la Virgen de la Asunción y San Roque con ofrendas, pasacalles y mascletaes; la romería en honor a San Vicente en el Paraje Natural del Captivador el lunes siguiente al de Pascua, donde se disfruta de folclore, conciertos, carreras y parrilladas y la Semana Santa, que vive su momento álgido con las representaciones de la pasión de Jesucristo. Vivir en La Nucía es, en definitiva, una experiencia verde, por lo que Grupo Mar de Casas te ofrece pisos, chalets adosados, dúplex, casas adosadas y chalets independientes de obra nueva y de segunda mano, con las mejores calidades y todas las comodidades, en un entorno espectacular que une el monte con la vibrante rutina diaria de La Nucía.